Las 8 Peores Cosas Que Puedes Decirle a Una Persona en Duelo

Si tienes a un amigo o familiar atravesando por un proceso de duelo, no dejes de leer el artículo de hoy, pues muchas veces decimos cosas sin querer; cosas que pueden hacerle mucho daño a esa persona en duelo. Descubre a continuación las 8 peores cosas que puedes decirle a una persona en duelo.

Introducción

¿Conoces a una persona en duelo? Deberías de saber entonces que cuando alguien cercano a ti muere, tu mundo está destrozado.

Como resultado, estás tan frágil como el papel de seda, sintiéndote como si la menor brisa pudiera destrozarte completamente.

Tus amigos, con muy buenas intenciones, pueden tratar de consolarte, pero la verdad es que muchos se preguntan qué decir o qué no decir…

Descubre a continuación las 8 peores cosas que puedes decirle a una persona en duelo, gracias a Christy Heitger – Ewing; una Freelancer y Escritora en Huffington Post, que ha atravesado por el proceso de duelo y que ha ofrecido un par de recomendaciones, ¡no te lo pierdas!

¡Anímate! Tu ser querido no quisiera verte triste

La autora del artículo comparte que luego de que su madre murió, muchas personas le dijeron que a su madre no le gustaría verla cargando tanto dolor; y que en honor a su memoria, ella debería de dejar de estar triste.

Sin embargo, cuando amas a alguien tan fuerte, tu proceso de duelo es bastante fuerte también.

Los dolientes que atraviesan por un proceso de duelo tienen que estar tristes para poder llegar al otro lado del proceso.

Aceptar y convivir con las fases del duelo es el único camino a la sanación.

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Concéntrate en todas las bendiciones de tu vida

A pesar de que este mensaje es optimista y todo, no es realmente lo que una persona en proceso de duelo quiere oír cuando su mundo acaba de ser destrozado.

Y es que si, si es bueno concentrarse en lo positivo de la vida, en lugar de lo negativo. Sin embargo, aún cuando un doliente aprecia las cosas buenas de su vida, eso no cambia el hecho de que está recuperándose de una pérdida descomunal.

Por lo tanto, cuando alguien está comenzando su proceso de duelo, es probable que no tenga ganas de gritar lo afortunado que es en la vida…

Ella / él está en un lugar mejor

Quizás esto sea cierto. El cielo, después de todo, se supone que es bastante espectacular. Pero aquí está el problema: si nuestro ser querido está allí, dicha persona no puede estar aquí.

Y el doliente va a querer a su ser querido fallecido aquí, a su lado, sosteniendo su mano, ofreciéndole consejos, riendo, cantando…

Ha pasado un tiempo desde que murió. Es hora de que lo superes

El tiempo del duelo es como una eternidad.

El tiempo está sesgado. Una persona en duelo puede mirar el calendario y observar la cantidad de días que han pasado desde que su ser querido murió, pero el tiempo es irrelevante cuando se trata de sanar un corazón roto.

El proceso de duelo es único en cada persona; y la duración del mismo dependerá de dicha persona.

No importa cuántas veces leamos en las bibliografías que el duelo tiende a durar 6 meses, o que puede extenderse hasta 2 años; la verdad es que todos somos seres humanos únicos y diferentes.

No le podemos poner un calendario al dolor, y si a las personas les cuesta entender esta noción, lo más probable es que no hayan atravesado por la muerte de un ser querido cercano.

Cuando lo hagan, comprenderán por qué es ridículo recomendarle a alguien superar la muerte de un ser querido.

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Aprecia todos los maravillosos recuerdos. Ellos te traerán paz

Esta afirmación es muy cierta, pero sólo con el pasar del tiempo… lo último que una persona quiere escuchar recién comenzando su proceso de duelo, es esto.

Y es que el corazón de los dolientes que acaban de perder a alguien cercano está sufriendo; su mente girando y su fe rompiéndose en pedazos.

Por lo tanto, recomendarles pensar en los viejos momentos los atormenta; porque lo único que quieren hacer es crear nuevos recuerdos, cosa que ya no pueden hacer.

Se fuerte porque necesitas estar allí para tus hijos

El dolor, en sus etapas iniciales, es el equivalente emocional a tener una cirugía mayor. La persona es frágil y necesita sanar.

Después de la cirugía, los profesionales de la salud aconsejarán al paciente a tomar las cosas con calma y a concentrarse en ella misma.

Nadie esperaría que el paciente salte fuera de la mesa de operaciones después de someterse a una cirugía de corazón para que pueda arreglarle la cena a los niños, ¿verdad?

Así que por favor, no hagamos que un padre en duelo se sienta aún peor al sugerir que está descuidando a sus hijos debido a su dolor. Eso es simplemente cruel.

El dolor afecta a todos los aspectos de la salud física y emocional de alguien. También interfiere con la capacidad de dormir, comer, concentrarse y funcionar.

Por lo tanto, nadie tiene el derecho de pedirle a otra persona que se trague su dolor con el fin de centrarse en los demás. Hacerlo sólo prolonga el dolor.

Kristi Smith, autor de Dream: A Guide to Grieving Gracefully, dice que la transformación viene después de cuidarnos a nosotros mismos.

«Elige ayudarte a ti mismo, para que puedas dar la vuelta y ayudar a otros», dice Smith. Es como la regla de la máscara de oxígeno en los aviones; asegura tu propia respiración antes de ayudar a los que te rodean.

¿Entonces, cómo te va con…? ¡Evita las conversaciones superficiales!

Aunque parezca que estás haciéndole un favor a la persona en duelo manteniendo las conversaciones a un nivel superficial, lo que los dolientes necesitan es alguien que esté dispuesto a dejar que sean reales.

Los amigos, conocidos, familiares, hermanos, padres o madres en duelo necesitan a alguien que no tenga miedo de hablar de las cosas difíciles. Las cosas tristes. Las cosas humanas. Necesitan a alguien que se siente y escuche e incluso llore con ellos.

Esto no quiere decir que nunca se debe hablar de deportes o el tiempo. Sólo trata de tener en cuenta que la curación real viene después de conversaciones difíciles.

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No puedo imaginar por lo que atraviesas en este momento

Si tienes a un amigo o familiar que ha atravesado por la pérdida de un ser querido, anímate a hacerlo.

Anímate a imaginar por lo que está atravesando esa persona en este momento. Considera sus sentimientos. Contempla su dolor. Imagina la lucha.

Detente un momento y piensa cómo te sentirías tu ante las mismas circunstancias del doliente. Hacerlo, despertará empatía en ti. Y la empatía es lo mejor que puedes ofrecerle a alguien que está sufriendo; porque cuando eres empático, las palabras correctas vienen con naturalidad.

¿Y a ti? ¿Te han dicho alguna de estas cosas? ¿Agregarías una más a la lista? ¡Comparte tu opinión en los comentarios de abajo!

Fuente

• Christy Heitger-Ewing (2014). The 8 Worst Things You Can Say to Someone Who Is Grieving