¿Cómo Manejar el Duelo Infantil?

¿Cómo es el duelo infantil? Si quieres saber cómo ayudar a tu hijo a sobrellevar el dolor de la pérdida, no dejes de leer el artículo de hoy.

Introducción

Perder a un ser querido no es fácil. Por lo general, el tiempo después de la pérdida está repleto de confusión emocional, cambios y caos.

Tanto para los adultos como para los niños, el duelo es un proceso importante que permite:

  • Aceptar que un ser querido ha muerto
  • Lidiar con sentimientos difíciles
  • Decir adiós

Por esto, para los niños en duelo, contar con un adulto comprensivo que los guíe a través de este proceso puede crear una oportunidad para el crecimiento y la transformación.

Descubre cómo ayudar a los niños a manejar el duelo y comenzar el camino hacia la recuperación después de la pérdida.

Di la verdad

Ocultar información puede hacer que los niños sientan desconfianza. También puede hacer que se muestren reacios a recurrir a los adultos para recibir apoyo.

Sin embargo, la edad y la personalidad de tu hijo son determinantes claves para saber qué tanta información puede tolerar o procesar.

No a todos los niños les va bien con muchos detalles.

Utiliza conceptos básicos

Comienza con conceptos básicos para iniciar la conversación y ve descubriendo lo que tu hijo sabe y piensa.

Esto te permitirá saber cuánto necesita saber y la información incorrecta que pueda tener.

Además, cuando confías en que tu hijo puede manejar la información, indirectamente le envías el mensaje de que puede acudir a ti por cualquier cosa.

Utiliza un lenguaje sencillo

Evita hacer declaraciones abstractas al hablar con tu hijo sobre la muerte de un ser querido, tales como: «Él se ha ido«, «Está en el más allá» o «La hemos perdido«; «Ya no está con nosotros«. Frases que un niño podría malinterpretar.

Por otra lado, «Se fue a dormir» o «Se fue» son términos que dejan a los niños preguntándose si morirán cuando se duermen o si la persona regresará.

Recurre a palabras claras y concretas

Se recomienda utilizar palabras claras y concretas para minimizar la confusión.

Expertos en el área recomiendan utilizar un lenguaje directo y apropiado para la edad.

Los niños usan las palabras muerto o muriendo y lo hacen de forma mucho más natural que los adultos.

Por ejemplo, puedes llevar a tu hijo en tu regazo y decirle:

«Tengo algo muy triste que decirte. La abuela ha muerto. Ya no está viva y no podremos verla y jugar con ella».

Lean juntos un libro sobre Duelo

Leer un libro sobre el duelo apropiado para su edad puede ayudar a tu hijo a expresar sus sentimientos de tristeza.

Escucha y consuela

Cada niño reacciona de manera diferente a la noticia de que un ser querido ha muerto.

Algunos niños lloran. Algunos hacen preguntas. Otros parecen no reaccionar en absoluto.

Todo esto está bien. Lo importante es que te mantengas al lado de tu hijo para ofrecerle abrazos o el consuelo que tanto necesita.

Responde a las preguntas de tu hijo o simplemente permanece junto a él/ella por unos minutos.

Ayuda a tu hijo a sentirse mejor

Brinda la comodidad que tu hijo necesita, pero no te centres en sentimientos tristes.

Después de unos minutos de hablar y escuchar, cambia a una actividad o tema que ayude a tu hijo a sentirse un poco mejor.

Jueguen, creen arte, cocinen o vayan a algún lugar juntos.

Observa el comportamiento

Los niños no siempre se comunican con palabras. Cuando hay una herida que no puedes ver, aparecen ciertos cambios de conducta.

Así que debes saber observar y escuchar. Las reacciones comunes del dueño en niños incluyen:

  • Peleas
  • Negación
  • Cambios de humor
  • Autoculpa
  • Miedo a estar solo
  • Problemas académicos
  • Regresión a los comportamientos de la primera infancia
  • Quejas físicas como dolores de estómago o dolores de cabeza
  • Problemas para dormir
  • Falta de sentimientos

Es sumamente importante estar atento a estas señales de alerta.

Es normal que un niño llore bastante, así que es normal que las emociones se expresen y repitan a lo largo del tiempo.

Sin embargo, si un niño está totalmente inmovilizado durante un período prolongado de tiempo, sería conveniente obtener ayuda profesional.

Acepta los sentimientos que genera el Duelo Infantil

Es natural que los niños experimenten una amplia gama de emociones al procesar la muerte de un ser querido.

Los sentimientos de ira, arrepentimiento e incluso alivio son todos naturales y apropiados en este proceso.

Los niños a veces tienen pensamientos irracionales

Pueden tener miedo de ir a la escuela o acampar por temor a que le suceda algo a otra persona mientras están ausentes.

Al aceptar las preocupaciones de los niños podemos desmitificar cualquier concepto erróneo o sentimiento de responsabilidad que puedan tener.

Anima a tus hijos a expresar sus emociones, ya sea verbal o no verbal.

Las emociones no siempre se expresan con palabras

Dibujar, escribir, compartir historias y jugar a fingir también pueden ser maneras útiles para que los niños expresen lo que piensan.

Ayuda a tu hijo a recordar a la persona

En los días y semanas siguientes, anima a tu hijo a hacer dibujos o anotar historias favoritas de sus seres queridos.

No evites mencionar a la persona que murió.

Recordar y compartir recuerdos felices ayuda a sanar el dolor y activar los sentimientos positivos.

Responde a las preguntas

Los niños aprenden haciendo preguntas. Cuando hacen preguntas sobre una muerte, generalmente es una señal de que sienten curiosidad por algo que no entienden.

Como adulto, una de las cosas más importantes que puedes hacer por los niños es hacerles saber que todas las preguntas están bien hacerlas y responderlas con sinceridad.

Algunos niños están satisfechos con los hechos, otros harán una multitud de preguntas.

Permite que hagan preguntas y respondelas. También puedes admitir cuando no tienes la respuesta.

Expresa tus propias emociones

Los niños expresarán sus sentimientos si te ven demostrar los tuyos.

No es necesario que ocultes tus emociones, los adultos juegan un rol muy importante durante el duelo infantil.

Eso sí, mantén los sentimientos fuertes y dramáticos para los momentos privados con otros adultos; y no dejes de lado tus propias habilidades de afrontamiento.

Expresa tus propias emociones

Podrías decir, ‘a veces tengo un día realmente triste porque estoy pensando en mi madre y la extraño y siento que nada es igual. No sé si a ti te pasa lo mismo’«.

Al modelar que estás triste y explicar esos sentimientos de una manera clara y constructiva, ayudas a tus hijos a comprender los suyos.

Permite las ceremonias o rituales

Plantar un árbol, encender una vela o coleccionar recuerdos son maneras de despedirse de un ser querido.

Los niños, en su esfuerzo por vivir la pérdida, comienzan a usar la ceremonia, lo que les ayuda a comenzar a reconocer y expresar lo que sienten desde adentro hacia afuera.

Averigua si a tu hijo le gustaría participar en alguna ceremonia o ritual

Pero no lo obliges. Crear nuevos rituales que combinen el pasado y el presente, como hacer algo para recordar a un ser querido en un día en particular, también puede ser útil.

Mantén una rutina

Tener actividades recreativas, sociales y académicas ayudará a los niños a sentirse normales y cómodos.

Los niños se preocuparán por los cambios que vienen en sus vidas, por lo que es importante asegurarles que la mayoría de las cosas continuarán como siempre y que sigan un horario estructurado.

Las actividades escolares y extracurriculares pueden ofrecer un descanso del dolor porque les permite a los peques volver a colocar una parte de la vida en su lugar cuando todo lo demás se siente tan fuera de lugar.

Haber establecido la hora de acostarse, las comidas familiares, los momentos de cuentos, y los abrazos y besos brindan estabilidad y organización en un momento tan difícil como este.

Responde a las emociones con consuelo y tranquilidad

¿Tu hijo parece estar triste, preocupado o molesto? Pregúntale sobre sus sentimientos y escucha.

Hazle saber a tu hijo que lleva tiempo sentirse mejor después de que muere un ser querido.

Durante el duelo infantil pueden existir problemas para concentrarse o dormir. Mientras que otros niños en duelo también pueden tener miedos o preocupaciones.

La terapia psicológica puede ayudar a los niños que necesitan más apoyo.

Monitorea el uso de los medios

Si la muerte de tu ser querido involucró una tragedia que ha llamado la atención del público, protege a tus hijos de las discusiones repetidas de los medios.

Las repeticiones de una crisis por parte de los niños pequeños puede ser confusa, haciendo que crean que los eventos se repiten.

Para los niños más grandes, la exposición excesiva puede ser abrumadora.

Aunque los padres no pueden proteger a sus niños de los comentarios involuntarios de extraños, familiares o compañeros, pueden prepararlos para manejar estos escenarios.

Hazle saber a tus hijos que las personas pueden decir ‘X, Y y Z’, pero que esta es la verdad…

Escucha sin juicio

Una de las cosas más útiles y sanadoras que podemos hacer por un niño en duelo es escuchar sus experiencias sin pensarlo, evaluarlo o corregirlo.

Los adultos con buenas intenciones a menudo tratan de consolar a un niño con frases como «sé cómo te sientes» o, lo que es peor, consejos como «superarlo» o «seguir adelante».

Si bien nuestras intenciones son correctas, el uso de tales respuestas niegan las propias experiencias y sentimientos del niño.

Si un niño dice: «Extraño a mi papá que murió», simplemente vuelve a reflejar lo que has escuchado, usando sus palabras, para que sepan que están siendo escuchados.

Utiliza preguntas abiertas

Usa preguntas abiertas como «¿Cómo ha sido eso?» O «¿Cómo es eso?»

Los niños son más propensos a compartir sus sentimientos sin presión para responder de cierta manera.

Esta es solo una forma en que podemos validar sus experiencias y emociones, ayudándoles a recuperar la sensación de seguridad, equilibrio y control.

Pon palabras a sus sentimientos

Alienta a los niños a decir lo que están pensando y sintiendo en los días, semanas y meses posteriores a la pérdida.

Habla sobre tus propios sentimientos

Esto ayuda a los niños en duelo a conocer los sentimientos y sentirse cómodos con los suyos.

Puedes decir cosas como: «Sé que te sientes muy triste. Estoy triste también. Ambos amábamos mucho a la abuela y ella también nos amaba».

Brinda opciones siempre que sea posible

Los niños aprecian tener opciones tanto como los adultos.

Después de todo, también tienen opiniones y se sienten valorados cuando se les permite elegir. Y no les gusta que los dejen fuera.

Por ejemplo, es una experiencia significativa e importante que los niños tengan la oportunidad de despedirse de la persona que murió de una manera que les parezca adecuada.

Pueden incluirse en la selección de un ataúd, ropa, flores y el servicio en sí.

Algunos niños también pueden querer hablar o escribir algo para ser incluidos o participar de alguna otra manera.

Después de una muerte, tener opciones permite que los niños afronten una muerte de la manera que sea adecuada para ellos.

Ten en mente que a veces los niños de la misma familia elegirán de manera diferente.

No asumas que lo que es verdadero para un niño será igual para otro

El duelo infantil es un proceso sumamente individual y personal.

Por ejemplo, un niño puede querer fotos y recuerdos de la persona que murió, mientras que otro puede sentirse incómodo con demasiados recordatorios.

Dile a tu hijo qué esperar

Si la muerte de un ser querido significa cambios en la vida de tu hijo, evita cualquier preocupación o temor al explicar lo que sucederá.

Por ejemplo, «la tía Ana te recogerá de la escuela como solía hacer la abuela».

O bien, «Necesito quedarme con el abuelo por unos días. Eso significa que tú y papá estarán en casa cuidándose unos a otros. Pero hablaré contigo todos los días y volveré el domingo».

Enseña que la muerte es parte de la vida

Los padres a menudo evitan hablar sobre la muerte en un esfuerzo por proteger a los niños de lo desagradable. Sin embargo, puedes buscar momentos de enseñanza.

El cambio de las estaciones o la muerte de una mascota familiar brindan las oportunidades de mostrar la muerte como parte natural de la vida.

Visita amigos o parientes ancianos para mostrarle a los niños que el envejecimiento es normal.

Los niños aceptarán y enfrentarán la muerte si los adultos lo permiten.

No tardes en hablar sobre la muerte

Retrasar esta conversación puede hacer más daño que bien.

Si esperas, alguien más puede decirle a tu hijo o lo escuchará en una conversación. Mientras que conocer las noticias a través de ti es menos aterrador.

Reconoce los miedos

La muerte puede ser un concepto aterrador para los niños.

Si tu hijo expresa miedo de ver el cuerpo o ir al funeral, no lo fuerces.

Rememora los recuerdos

Continúa hablando con tu hijo sobre el ser querido fallecido.

Revisa los álbumes de fotos, habla de cosas graciosas que dijo el difunto o recuerda experiencias placenteras.

Recordar a la persona que murió es parte del proceso de curación. Una forma de recordar es simplemente hablar sobre la persona que murió. Está bien usar su nombre y compartir lo que recuerda.

Sacar el nombre de la persona que falleció es una forma de darle permiso al niño para compartir sus sentimientos sobre el fallecido. Le recuerda al niño que no es «tabú» hablar sobre el difunto.

Los niños toman las señales de nosotros y modelan sus reacciones en consecuencia.

Demuéstrales que la muerte y el dolor son parte de la vida.

Toma un descanso

Los niños sufren en ciclos. Por ejemplo, pueden estar más inclinados a jugar y desviar su atención de la muerte cuando la muerte es reciente y los padres están llorando intensamente.

Más que los adultos, los niños necesitan tiempo para descansar del dolor.

Es importante saber que está bien tomarse un descanso.

Divertirse o reírse no es irrespetuoso para la persona que murió; esta es una parte vital del duelo también.

Dale a tu hijo tiempo para sanar de la pérdida

Por último, tanto el duelo infantil como el de adultos se vive con el paso del tiempo.

Asegúrate de mantener conversaciones continuas para ver cómo se siente tu hijo.

Sanar no significa olvidarse del ser querido. Significa recordar a la persona con amor y dejar que los recuerdos bonitos generen buenos sentimientos que nos respalden a medida que vayamos disfrutando la vida.

Si querías saber cómo es el duelo infantil y cómo ayudar a tu hijo a sobrellevar el dolor, esperamos que el artículo de hoy te haya sido de mucha utilidad.

¿Y tú? ¿Cómo has ayudado a tu hijo a sobrellevar la pérdida? Comparte tu opinión en los comentarios de abajo.


Referencias

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